Kureye Butu – (Solía ser simple) Capítulo 1: Natalia

Natalia estaba cansada pero aún le quedaba el camino de vuelta a Granada, ella y su pareja Ramón habían ido a visitar el pueblo de las Brujas, Soportújar en Alpujarra, Granada. El cielo estaba totalmente despejado, pero a pesar del sol ya estaba empezando a hacer frío. Natalia percibió que Ramón estaba más intenso de lo normal -Nati, cuidado que hay un stop, frena mujer que te vas a comer el cruce!, porque me he tomado demasiadas cañas sino habría cogido yo el coche,….las mujeres me poneis de los nervios al volante!-Natalia no quiso decir nada, no le apetecía discutir y menos en la carretera, pero la rabia y frustración le estaban provocando una úlcera, no solo en broma, llevaba meses haciéndose análisis y los médicos no habían encontrado nada. -Nati, no le pises tanto, hay un límite de 70 en todo el tramo-. – que pereza me está entrando, encima mañana a trabajar, - ¿haces tu la cena, cariño? – ah si y necesito que me planches la camisa para mañana. -

- Si si…como siempre…- contestó ella, se estaba conteniendo, pero a punto de perder el control, “¿no se callará nunca este plasta?!!!” “me va a dar el viaje de vuelta” …

-Nati, recuerda que mañana hay que hacer la compra que no queda de nada en casa- -También hay que poner la lavadora, pero no me mezcles los colores como la otra vez, que eres una despistada- “voy a reventar, ¡¡¡¡una frase más y reviento!!!!”

En realidad estaba furiosa consigo misma, no podía comprender como no lo vío venir. Se consideraba una mujer de recursos, con estudios, una carrera y un buen puesto en la universidad de Granada, con un doctorado en Filosofía. Independiente, sin necesidad de depender de nadie. En este justo momento se preguntaba “¿Cómo he podido caer en esto?”

Lo cierto es que Ramón no era así cuando lo conoció, era encantador, atento y divertido. Tenía conversación, y jamás habría sospechado la magnitud de su machismo que supo esconder tras un velo de versos embaucadores, dulces cómo el néctar de la más dulce flor, que terminaban hipnotizando a la mente más despierta. Ramón era escritor, o intento de escritor….Llevaban 6 meses saliendo cuando Ramón le propuso que vivieran juntos en un piso que él había heredado de su abuela al pie de la Alhambra en pleno centro. Natalia aceptó pensando que había encontrado la pieza que le faltaba en su vida, tenía un buen trabajo, una familia que la quería y por fin la pareja de sus sueños viviendo en un lugar de idílico, a sus 28 años quizás era el momento de asentar la cabeza, aprovechando la madurez de una pareja 6 años más mayor que ella. Pero para Ramón fue misión cumplida, se había esforzado de sobremanera para disimular su verdadera naturaleza, era un hombre astuto y sabía que partes tenía que embellecer tras ver la huida inminente de sus anteriores víctimas. Había pasado 6 meses cortejando a Natalia intensamente, ocultando su forma de pensar, había sido el mejor de los actores; “ que bien” pensó Ramón, “ya no tengo que disimular por más tiempo, la tengo atrapada, ya no se marchará, además ha dejado su piso y no le será fácil encontrar otro tal y como está Granada y los precios de alquiler.” En conclusión, al poco tiempo y sin poder reaccionar, Natalia pasó a ser la esclava doméstica de Ramón y no solo eso, empezó a provocar inseguridades en ella que antes no tenía, Ramón resultó ser un psicópata narcisista además de hacerse la víctima constantemente. Ya que se vendía como escritor con mala suerte porque ninguna editorial estaba dispuesto a publicar sus novelas, además con la excusa de escribir no daba palo al agua. Por su puesto él era el artista, y ella terminó por proporcionar el sustento de los dos, además de trabajar, se encargaba de la casa, la compra y la lavadora. En pocas palabras Ramón era un animal de bellota que se creía ser un príncipe, como tantas veces escuchó de los labios de su madre. Pero algo pasó en el pueblo de las brujas, recorriendo sus callejones estrechos sintió un escalofrío que le recorrió toda la espalda, el aire llevaba susurros, primero pensó que era su imaginación y no hizo caso, de repente entraron en un callejón tan estrecho que tenían que ir en fila india y de nuevo, ¡otro susurro! “huye” “no mires atrás” “huye”, escuchó un lenguaje extraño que sintió como una dulce melodía y a pesar de no conocer el idioma comprendió el mensaje al instante como un flechazo al corazón. Estaba totalmente desconcertada, pero sintió que algo había cambiado en su interior, sintió una fuerza que pensó haber perdido, recordó su valía. Tras haber pasado el día en el pueblo y de vuelta en la carretera, ya no pudo más, Ramón no paraba de hablar, estaba bebido y repetía lo mismo una y otra vez como un disco rayado, no paraba de insultarla, menospreciarla. Pero Natalia estaba más fuerte que nunca y supo que había llegado el momento de soltar el lastre. Cuando vio la señal de una gasolinera a 1km, sin decir una palabra cogió la salida ignorando las constantes protestas de Ramón, paró en el descanso de la gasolinera y le dijo con la voz más dulce y calmada: -Ramón, ¿llevas tu cartera y tu teléfono? – . -Si Nati, ¿a qué viene todo esto? - ¿llevas dinero? -Claro que llevo dinero- -Ramón, hemos terminado, no te aguanto ni un segundo más, bájate del coche, ya eres mayorcito para llegar a casa tú solo. Ya vendré a por mis cosas en otro momento, hasta nunca- Ramón protestó, ¿¡¡¡cómo que me baje?!!! ¿me vas a dejar aquí en la nada?, ¿cómo te atreves!? Además, no tienes a donde ir, ¿qué vas a hacer sin mí? ¡¡¡No eres nada sin mí!!! -Bájate ya!!!!!- Le gruñó Natalia amenazante. Por fin se bajó del coche soltando veneno por la boca, pero a ella ya no le afectaba para nada, tenía la fuerza de las brujas a su favor. Natalia arrancó el coche sin mirar atrás, salió a la carretera, el corazón le iba a mil por hora, cuando perdió de vista la gasolinera paró en el arcén y vomitó toda la rabia y frustración acumulada en los últimos meses. Sacó la botella de agua, se enjuagó la boca y bebió toda el agua de un trago, de repente se sintió ligera como una pluma, ya no sentía ningún peso en los hombros ya podía respirar sin sentir una losa encima de su pecho, estaba liberada. Se subió al coche, puso el mano libre arrancó y llamó a su hermana….

Kureye Butu – (It Used to Be Simple) Chapter 1: Natalia

Natalia was tired but still had the way back to Granada, she and her partner Ramón, had gone to visit the town of the Witches, Soportújar in Alpujarra - Granada. The sky was completely clear, but despite the sun, it was already starting to get cold. Natalia noticed that Ramón was more intense than usual:
-Nati, be careful there's a stop sign, brake woman, you're going to miss the intersection! If I hadn't had too many beers, I would have driven... you women make me nervous behind the wheel! - Natalia didn't want to say anything, she didn't feel like arguing, especially on the road, but the anger and frustration were causing her an ulcer, not just jokingly, she had been doing tests for months and the doctors hadn't found anything.

-Nati, don't step on it so much, there's a 70 limit on the whole stretch, I'm getting so lazy, and on top of that, I have to work tomorrow, are you making dinner, honey? - oh yes, and I need you to iron my shirt for tomorrow. - -

-Yes, yes... as always...- she replied, holding back, but on the verge of losing control, "won't this pest ever shut up?!!!" "he's going to ruin the trip back" ...

-Nati, remember that tomorrow we have to do the shopping because there's nothing left at home,we also have to do the laundry, but don't mix the colors like last time, you're so absent-minded- .....Natalia in her mind:"I'm going to explode, one more sentence and I'll explode!!!!"

Natalia was furious with herself, she couldn't understand how she didn't see it coming. She considered herself a resourceful woman, with studies, a career, and a good position at the University of Granada, with a PhD in Philosophy. Independent, with no need to depend on anyone. At this very moment, she was asking herself, "How did I fall into this?" The truth is that Ramón wasn't like this when she met him, he was charming, attentive, and fun. He had conversation, and she would never have suspected the magnitude of his sexism that he managed to hide behind a veil of beguiling verses, sweet as the nectar of the sweetest flower, which ended up hypnotizing the most alert mind. Ramón was a writer, or better said an aspiring writer. They had been dating for 6 months when Ramón proposed that they live together in an apartment he had inherited from his grandmother at the bottom of the Alhambra in the heart of the city. Natalia accepted, thinking she had found the missing piece in her life, she had a good job, a loving family, and finally the partner of her dreams living in an idyllic place, with 28, maybe it was time to settle down, taking advantage of the maturity of a partner 6 years older than her.

But for Ramón, it was mission accomplished, he had gone to great lengths to disguise his true nature, he was a cunning man and knew which parts to embellish after seeing the imminent departure of his previous victims. He had spent 6 months courting Natalia intensely, hiding his way of thinking, he had been the best of actors; "how nice" thought Ramón, "I no longer have to pretend, I have her trapped, she won't leave, besides, she left her apartment and it won't be easy for her to find another one given the state of Granada and the rental prices." In conclusion, in no time and without being able to react, Natalia became Ramón's domestic slave and not only that, he started to provoke insecurities in her that she didn't have before, Ramón turned out to be a narcissistic psychopath in addition to constantly playing the victim. Since he sold himself as an unlucky writer because no publisher was willing to publish his novels, and with the excuse of writing, he didn't lift a finger. Of course, he was the artist, and she ended up providing for both of them, in addition to working, she took care of the house, the shopping, and the laundry. In short, Ramón was a lazy beast who believed himself to be a prince, as she had often heard from her mother's lips.

Something happened that morning in the town of the witches, walking through its narrow alleys, she felt a shiver run down her spine, the air carried whispers, at first, she thought it was her imagination and ignored it, suddenly they entered such a narrow alley that they had to go in single file and again, another whisper! "run away" "don't look back" "run away", she heard a strange language that felt like a sweet melody and despite not knowing the language, she understood the message instantly like an arrow to the heart. She was completely disconcerted, but she felt that something had changed inside her, she felt a strength she thought she had lost, she remembered her worth. After spending the day in the town and back on the road, she couldn't take it anymore, Ramón wouldn't stop talking, he was drunk and repeating the same thing over and over like a broken record, he wouldn't stop insulting her, belittling her. But, Natalia was stronger than ever and knew it was time to let go of the burden. When she saw the sign for a gas station 1km away, without saying a word, she took the exit ignoring Ramón's constant protests, stopped at the gas station rest area, and said in the sweetest and calmest voice:

-Ramón, do you have your wallet and phone with you? - ,-Yes Nati, what's all this about? - , -Do you have money?- , -Of course, I have money-

-Ramón, we're done, I can't stand you for another second, get out of the car, you're old enough to get home on your own. I'll come for my things another time, goodbye forever-

Ramón protested, -how can you leave me here in the middle of nowhere? how dare you!?, besides, you have nowhere to go, what are you going to do without me? You're nothing without me! -Get out now!!!!!-

Natalia growled threateningly. Finally, he got out of the car spewing venom, but it no longer affected her at all, she had the strength of the witches on her side. Natalia started the car without looking back, got on the road, her heart racing, when she lost sight of the gas station, she stopped on the shoulder and vomited all the anger and frustration accumulated over the past few months. She took out the water bottle, rinsed her mouth, and drank all the water in one gulp, suddenly she felt as light as a feather, she no longer felt any weight on her shoulders, she could breathe without feeling a slab on her chest, she was liberated. She got in the car, put on the hands-free, started the car, and called her sister...